miércoles, 23 de mayo de 2018

Por nuestros campos

 
 
entremezclándose la exuberante vegetación del camino con las tierras de labor...
 
 
Con el campo en plena ebullición en estos momentos, los sembrados tirando fuerte hacia arriba gracias a las últimas lluvias de la temporada –augurando una satisfactoria cosecha- y las avecillas de estas campiñas mostrándose alegres y cantarinas al recibir desde las primeras horas de la mañana los cálidos rayos de sol del nuevo día, en tanto, a la par, van dando por finalizada su labor reproductora del presente ciclo sacando adelante sus polluelos; cuando todo eso sucede en nuestro entorno, resulta todo un regalo especial para los sentidos el adentrarse sin prisa durante un amplio espacio de tiempo por entre estas sendas y lugares mil, huyendo del habitual y tenaz ruido que envuelve el centro de la ciudad.
 
Todo un lujo, en nuestra ciudad en concreto, una tarde de este mayo, que ya apunta hacia una marcada bonanza climática a lo largo de sus muchas horas de luz, dirigir nuestros pasos hacia los entornos de nuestro río Carrión y, tras extasiarnos algunos minutos viendo correr mansamente sus aguas, pensando en miles de historias, pasear con calma por algunos tramos de sus riberas, dejando huir nuestro pensamiento mientras nuestra vista se embelesa con la contemplación de la variopinta vegetación que le rodea y envuelve en esos tramos de su recorrido, no importando demasiado el lugar en el que le comencemos.
 
Tomando a continuación uno cualquiera de los puentes o pasarelas que comunican una y otra parte de la ciudad, para adentrarnos con mayor profundidad todavía en unos paisajes totalmente de ensueño, donde la amplia y espesa flora va cambiando de color y de aspecto a cada paso, dándonos la oportunidad de poder dejar por momentos la ciudad con sus ruidos, sus prisas y su aire un tanto contaminado a nuestras espaldas.
 
Y, según la dirección que tomemos campo adelante, entremezclándose la exuberante vegetación del camino con las tierras de labor, que nos van mostrando ya su nacencia y su disposición para una positiva continuación en el crecimiento andando los días.  Salpicado todo ello por los cantos de pájaros de diferentes especies, que parecen darnos la bienvenida al adentrarnos en sus posesiones.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 23/05/2018)
 
 
 
 
 
 


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