miércoles, 27 de diciembre de 2017

Final de Año



aquí estamos una vez más frente a un año que finalizará en cuestión de horas el cómputo de sus días...

 
La pátina del tiempo dejó posar un año más su huella silenciosa sobre nuestras vidas, y como si de un simple plumazo se tratase, vimos correr por delante de nosotros los retazos más relevantes, a la par que más importantes, de nuestro acontecer diario en el último año.
 

Sin embargo, parece que fue ayer cuando, despidiendo el año anterior, en su última noche, brindábamos por el nuevo con todas nuestras fuerzas, deseando paz y ventura para cada uno de los días de éste que ahora está finalizando.
 

Y es justo ahora que éste está a punto de poner fin a sus días –acuciado por unos y por otros, pudiera decirse, si no supiésemos que el calendario lo marca así-, cuando el tiempo nos está asignado a nosotros para poder valorar lo que hicimos o no hicimos, o tal vez no nos fue permitido hacer.
 

Sería, pues, el balance que, a retazos de la vida, haríamos de los momentos vividos a lo largo de los últimos trescientos sesenta y cinco días, relacionándolos con las propuestas o metas que nos pusimos en su inicio, descontando o restando –figuradamente- los inconvenientes que surgieron.  Posiblemente, de algunos estuvo fuera de nuestro alcance el poder solucionarlos; otros, que quizá no supimos ejecutar acertadamente, y unos finales que no logramos alcanzar por motivos mil.
 

El caso es que aquí estamos una vez más frente a un año que finalizará en cuestión de horas el cómputo de sus días y que, de entrada, nos ha hecho a todos –reconozcámoslo sin ambages- un poco más mayores.  Eso sí, llenándonos a la par de una mayor grado de experiencia; y quiero pensar que también de sabiduría.
 

Desde luego que las cosas no han sido fáciles, miremos al lado de nuestro alrededor que miremos; ni el paso de los días las ha podido solucionar.  Antes al contrario, el tiempo las ha ido emborronando y complicando mucho más, hasta el punto de hacerlas insufribles por momentos.  Y sólo el perseverar con la palabra en la ofensiva para intentar solucionarlas, ha dado algunos frutos que pudieran recogerse ya en el nuevo año.
 

De todos modos, como lo cortés no quita lo valiente, vaya también hoy mi deseo de positividad: ¡Feliz Año 2018!.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 27/12/2017)
 
 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario