miércoles, 9 de agosto de 2017

Otra realidad de estos días



...te la recuerdan en bastantes aspectos y, por momentos, te ves situado sobre ella y paseando por sus calles.

Estás instalado tan ricamente estas vacaciones de verano en tu lugar elegido de descanso, con tus idas y venidas por los alrededores y en plan desconexión por completo del día a día de tus quehaceres ordinarios; pero de pronto un día, la visión por televisión de unas imágenes que muestran una ciudad indeterminada desde el aire, dotada de una cierta belleza y con características similares a la tuya de origen, te la recuerdan en bastantes aspectos y, por momentos, te ves situado sobre ella y paseando por sus calles.

 

Pero tu subconsciente va más allá todavía y, sin saber muy bien el porqué, te medio transporta a un día indeterminado de tu vida en tu ciudad de residencia habitual.  Y, sin buscarlo, notas cómo al tiempo, se va apoderando de ti una cierta morriña, y la melancolía se te muestra a pedir de boca y se enseñorea y te acompaña a intervalos durante el paseo.

 

Y no es que no estés a gusto y disfrutando de los días de vacaciones, al contrario; es que el día a día tantas veces repetido en tu otra realidad pesa mucho; y a veces el subconsciente –vaya usted a saber el por qué-, se muestra tan presente que, en su lucha por la pervivencia, vence al consciente en su acción y te lleva hacia sus derroteros durante algunos instantes.

 

Quizás queriendo recordarte que el tiempo de vacaciones es efímero, que es un visto y no visto, y que en breves fechas habrá que volver a esa otra realidad del día a día de tu ciudad habitual y con tus quehaceres particulares.
 

Pero entretanto, y salvando estas a modo de señales que el subconsciente parece querer enviarnos de cuándo en cuándo, es prioritario no adjudicarle demasiado protagonismo -sólo el justo, que dirían los profesionales en la materia que, por cierto, estarán también de vacaciones-, y atender la certeza del momento y vivirlo como corresponde a unos días diferentes y llenos de perspectivas casi ilimitadas, como son los de vacaciones; exprimiendo sus horas todo lo posible, habida cuenta de que son limitadas y de que lo que no se hizo en su momento no habrá luego posibilidad de dar marcha atrás y realizarlo.

 
Así es que, si te encuentras en esa otra realidad en estos momentos, a disfrutarla a tope en cada uno de sus días y sus horas.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 09/08/2017)
 
 

  

 

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