miércoles, 11 de marzo de 2015

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA




Uno escribe siempre, o al menos lo intenta, desde la calma y el sosiego, aun a sabiendas de lo poco o nada tranquilo y calmado que anda el mundo por ahí fuera. Y aquí, cada cual buscaría rápido un ejemplo donde se cumpliese esta máxima con bastante aproximación a la realidad.

Porque no es que en nuestro país esté todo como en una balsa de aceite, sobre todo en el patio comunitario que, por aquello de que un buen día se topó de lleno batiendo palmas con el arte de la política, baila hoy al ritmo de tres por cuatro y mañana al de cuatro por cuatro, por poner dos compases musicales de fácil retención.

El caso es que, como estamos en año electoral en varios frentes, apenas uno sale a la puerta de casa y por ahí en eso, y de pronto se escucha lo que se escucha y, en ocasiones, se oye lo que se quiere –perdón, lo que se oye-, sin que tengamos que alejarnos mucho de nuestro propio entorno para comprobarlo.  Aunque tal vez “lo peor” esté por llegar y debamos añadir, quizá para consolarnos, aquello de “y lo que te rondaré morena…”

Pero no todo por aquí, afortunadamente, gira en torno al espacio político y toma un cariz poco amable y un tanto crispado, porque también tenemos noticias del ámbito cultural que nos muestran una cara más amable y complaciente, que agrada conocer.

Es el caso de la nueva etapa que se ha puesto en marcha desde el cabildo catedralicio para programar las visitas a nuestra catedral de San Antolín.  Una forma diferente de entender y de exhibir al mundo nuestra joya artística por antonomasia.

Un querer mostrarla en todo su conjunto desde otra perspectiva bien diferente a como hasta ahora se venía enseñando.  Más en su totalidad, si acaso, pero contando con las particularidades y las riquezas que atesora; sabiéndolas “vender” de una manera más directa y con nuevos itinerarios aprovechando sus vericuetos más escondidos, incluso añadiendo la posibilidad de otearla desde las alturas como novedad muy significada.

Contando de entrada con que el mismo eslogan de esta nueva campaña de visitas para nuestra catedral ya lo dice todo: “La bella reconocida”; un paso más tras aquel tan famoso de “la bella desconocida”, que tanta verdad encerraba en sus tres palabras. 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 11/03/2015)
 


5 comentarios:

  1. Anda, no me digas, que este año, el ámbito Turístico se va a vestir de aletas con algunas aspas y aerostática...¡Vaya, qué cosas!
    A ver a qué preciso, por qué, como sean descomunales... no sé yo, quien se va acercar. Aunque, no estaría nada mal, poderla ojear desde arriba del todo, pero, que no sea mucho, y estaría la mar de genial "otear La Bella Desconocida" desde ahí mismo, pero... más arriba....
    Un abrazo, Mía.

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    1. Sí, la perspectiva desde las alturas -una media altura- será digna de admirar; algo no visto con anterioridad en nuestra Catedral, lo que hará que aumenten las visitas.

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  2. Me gusta, a veces no todo es como quisiéramos, pero tu tienes la suerte de poder comentarlo tan bien.
    Apuesto por. La Bella Reconocida.

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    1. Desde luego, siempre será mejor algo "reconocido", que algo "desconocido", si con que es "bella" ya partimos de entrada.... Muchas gracias.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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